Aburrimiento
Ernesto Teodoro vivía inmerso en su rutina (trabajo, casa, cena/televisión, cama, y de vuelta).
Ese martes, mientras veía TV de Noche, admirando las tetas semicubiertas de Marisol, y se comía una pechuga empanizada con un jarrito de tamarindo, la ventana se abrió de golpe.
Ernesto Teodoro miró a su extraño visitante, mezcla de gato y perro, con algo de lagarto y de ratón, y dando un buen bocado a su pollo, volvió la mirada hacia la morena exótica de la tele.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
1 comentario:
Jajaja, esto me gustó mucho, mucho.
Publicar un comentario