Dejo unos versos sobre la mesa
Para que los leas cuando el sol te invada
Me refugio esperando la nevada
Frío terrible, mi rostro besa
Devoro hambriento un labio de fresa
Una boca roja de una novia robada
Me doy prisa antes que me mande a la chingada
¡Ah! ¡Cómo adoro a mi novia polonesa!
Me atraco con la carne fantasmal de mi condesa
Su aliento de niña abrumada
El aroma de su sexo, flor perfumada
Esta mujer es en el mundo una rareza
Tú dirás si continúo con esa
Forma de hacer publicidad pagada
El frío lastima mi mano cortada
¡Eso me gano por no haber nacido en el seno de la realeza!
[fue para Ethel Castro, aunque no lo sepa]
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