Muere Ray Bradbury a los 91
años
Era casi media noche. La luna estaba alta
en el cielo. El hombre ilustrado no se movía. Yo había visto lo que había que ver. Los cuentos habían sido
contados. Habían concluido.
—Ray Bradbury; El hombre ilustrado
Ray
Bradbury, ícono de la literatura norteamericana, que hizo popular los géneros
de la Ciencia Ficción, el Fantástico y el Terror, en libros como Crónicas
marcianas y La feria de las tinieblas, falleció en Los Ángeles, el pasado 5 de
junio, a los 91 años de edad, según informó su editorial en Estados Unidos,
HarperCollins.
Con más de 500 títulos en su haber, donde
se cuentan obras tan exitosas como Fahrenheit 451, novela considerada clásica
dentro del género, en la cual se muestra la vida de una sociedad futura y su
relación con la censura, El hombre ilustrado, volumen de cuentos fantásticos
que abarcan las diversas temáticas que abarca el general de su obra, La feria
de las tinieblas, novela de fantasía oscura que plantea algunas cuestiones
sobre la infancia y la edad adulta, la amistad y la lealtad, entre muchas otras
obras.
Para acercarse a la fascinante obra de
este autor, a quien el propio Borges reconoció como uno de los más
sobresalientes, es importante hacer una diferencia entre los términos,
mayormente usados en el cine, “Ciencia Ficción” y “Sci-Fi”. El segundo nace
como una apócope del primero (práctica frecuente del pueblo estadounidense),
pero en la actualidad ya no son la misma cosa. Sci-Fi es el espectáculo
cinematográfico de naves, planetas, extraterrestres y rayos láser tan propio de
filmes como Star Wars, Escape de Nueva York, Viaje a las estrellas o
Transformers, donde el avance tecnológico sólo es un elemento para adornar una
historia de aventuras tradicional, o de caballeros, espadas y princesas, en
tanto que Ciencia Ficción se refiere a la relación del ser humano con este
avance tecnológico, es decir que traza algunas cuestiones filosóficas,
sociológicas o psicológicas. Es más propio de películas como 2001: Una odisea en
el espacio, La luna, Alien (la primera), Blade Runner, La naranja mecánica, El
dormilón o Cuando el destino nos alcance. Todas estas películas plantean
cuestiones que van más allá del espectáculo cinematográfico de peleas y efectos
especiales, y es precisamente este cuestionamiento el que se halla siempre
presente en la obra de Bradbury.
Crónicas marcianas puede ser visto como
una novela o como un conjunto de cuentos. El eje temático es la colonización
del planeta Marte realizada por el hombre. A lo largo de los relatos se
construye la historia de un largo periodo de tiempo, desde que los primeros
cohetes comenzaron a volar, pasando por la llegada al planeta rojo, los
primeros encuentros con los marcianos, su posterior exterminio, y finaliza con
la decadencia del ser humano, que hace del planeta Marte una versión idéntica
de la Tierra, con su intolerancia, sus guerras, sus poblaciones suburbanas y
sus conflictos raciales. La Ciencia Ficción no es un género que trate acerca
del futuro, aunque lo parezca, sino acerca del pasado cercano y el presente. El
retrato que el autor hace de la sociedad futura es el retrato de la sociedad
presente, sólo ha cambiado el escenario, aunque el hombre se empeña en hacer
que todos los escenarios nuevos terminen por parecerse demasiado a los ya
conocidos.
Pero Bradbury no sólo abordó la Ciencia
Ficción, a lo largo de su obra, fantástica o realista, también policiaca, hay
una constante sensibilidad alrededor de la escritura, interés que comenzó en él
desde la infancia. Incluso en sus últimos días, su actividad favorita era
escribir, ya fuera en sus diarios, o en un cuento, una novela, o bien un poema.
Que la obra de este genial autor, Ray Bradbury,
nos sirva de inspiración, que nos enseñe algo de nosotros mismos, y ese
aprendizaje nos permita rectificar el rumbo.
¡Hasta la vista, Ray!
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